Imposible que no ocurriera. Gabriel García Márquez despierta pasiones: tiene fans incondicionales y detractores acérrimos. Así, era natural que la biografía de Gerald Martin generara polémica. La controversia se encendió en México. El historiador Enrique Krauze, director de la revista Letras Libres, publicó un ensayo sobre la relación de García Márquez y Fidel Castro, donde cuestiona el trabajo de Martin.
Gabriel García Márquez, a la sombra del patriarca es el título del artículo. Discípulo de Octavio Paz, Krauze acusa al biógrafo de ofrecer un retrato complaciente. Dice que en el libro casi no hay cartas y que sus entrevistados son "proclives en su mayoría al escritor. El efecto de esos testimonios puede ser literariamente eficaz, pero biográficamente dudoso", anota. "¿Escribió La hojarasca, su primera novela sobre Macondo, inspirado por aquel viaje con su madre a Aracataca?", se pregunta. Y ese viaje, "¿ocurrió realmente en 1950 y fue tan crucial para su obra como sugieren las memorias?".
Según Krauze, Martin ignora las críticas a la obra, así como descarta también "a los futuros críticos de su castrismo (Guillermo Cabrera Infante y Mario Vargas Llosa), atribuyéndoles un sesgo ideológico, motivos de amargura y una oscura envidia hacia el autor de la novela que, según Martin, 'es el eje de la literatura latinoamericana del siglo XX, la única novela canónica e histórica a escala mundial del continente'. El biógrafo convertido en secretario de actas del Juicio Final". Y más: Krauze afirma que "Martin pierde la distancia" y "no se separa del libreto oficial de García Márquez", al que acusa de complicidad "con la opresión y la dictadura" castrista.
Con el título La comedia intelectual de Enrique Krauze, Martin contestó a través de la misma revista. "Me desconcierta y me sigue desconcertando que, año tras año, un historiador de la talla de Enrique Krauze siga publicando exactamente las mismas cosas, desde exactamente los mismos puntos de vista, citando exactamente las mismas 'autoridades', pase lo que pase en el mundo externo (...). A Krauze uno lo lee para ver una versión exquisita y autoritativa del veredicto de los conservadores mexicanos sobre lo que pasa en el mundo -pero no para descubrir ideas o análisis nuevos". Krauze, agrega, "no es, cuando escribe en Letras Libres, un historiador, ni mucho menos un crítico: es un ideólogo".
Para Martin, Krauze está obsesionado con Castro. Utiliza su biografía, dice, para atacar a García Márquez y, a su vez, al líder cubano. "Una de las estrategias favoritas de Krauze es utilizar datos sacados de los libros que está reseñando como si fueran percepciones suyas sin revelar que esos son, precisamente, los datos que matizan los textos de aquellos adversarios". En este caso, "más de la mitad de lo que Krauze utiliza en mi contra son datos que yo utilizo 'en contra' de García Márquez". El biógrafo responde a las dudas del ensayista ("Sí, ese viaje ocurrió en 1950"), lo corrige ("García Márquez nunca ha enviado a sus hijos a colegios americanos") y le enrostra sus omisiones: entre ellas, que "García Márquez no es muy amigo de Chávez con todo y ser Chávez el mejor amigo de Fidel Castro". Dato que Krauze no menciona. "¿Por qué? Pues obviamente matizaría un poquito una historia que se quiere unívoca".
Gabriel García Márquez, a la sombra del patriarca es el título del artículo. Discípulo de Octavio Paz, Krauze acusa al biógrafo de ofrecer un retrato complaciente. Dice que en el libro casi no hay cartas y que sus entrevistados son "proclives en su mayoría al escritor. El efecto de esos testimonios puede ser literariamente eficaz, pero biográficamente dudoso", anota. "¿Escribió La hojarasca, su primera novela sobre Macondo, inspirado por aquel viaje con su madre a Aracataca?", se pregunta. Y ese viaje, "¿ocurrió realmente en 1950 y fue tan crucial para su obra como sugieren las memorias?".
Según Krauze, Martin ignora las críticas a la obra, así como descarta también "a los futuros críticos de su castrismo (Guillermo Cabrera Infante y Mario Vargas Llosa), atribuyéndoles un sesgo ideológico, motivos de amargura y una oscura envidia hacia el autor de la novela que, según Martin, 'es el eje de la literatura latinoamericana del siglo XX, la única novela canónica e histórica a escala mundial del continente'. El biógrafo convertido en secretario de actas del Juicio Final". Y más: Krauze afirma que "Martin pierde la distancia" y "no se separa del libreto oficial de García Márquez", al que acusa de complicidad "con la opresión y la dictadura" castrista.
Con el título La comedia intelectual de Enrique Krauze, Martin contestó a través de la misma revista. "Me desconcierta y me sigue desconcertando que, año tras año, un historiador de la talla de Enrique Krauze siga publicando exactamente las mismas cosas, desde exactamente los mismos puntos de vista, citando exactamente las mismas 'autoridades', pase lo que pase en el mundo externo (...). A Krauze uno lo lee para ver una versión exquisita y autoritativa del veredicto de los conservadores mexicanos sobre lo que pasa en el mundo -pero no para descubrir ideas o análisis nuevos". Krauze, agrega, "no es, cuando escribe en Letras Libres, un historiador, ni mucho menos un crítico: es un ideólogo".
Para Martin, Krauze está obsesionado con Castro. Utiliza su biografía, dice, para atacar a García Márquez y, a su vez, al líder cubano. "Una de las estrategias favoritas de Krauze es utilizar datos sacados de los libros que está reseñando como si fueran percepciones suyas sin revelar que esos son, precisamente, los datos que matizan los textos de aquellos adversarios". En este caso, "más de la mitad de lo que Krauze utiliza en mi contra son datos que yo utilizo 'en contra' de García Márquez". El biógrafo responde a las dudas del ensayista ("Sí, ese viaje ocurrió en 1950"), lo corrige ("García Márquez nunca ha enviado a sus hijos a colegios americanos") y le enrostra sus omisiones: entre ellas, que "García Márquez no es muy amigo de Chávez con todo y ser Chávez el mejor amigo de Fidel Castro". Dato que Krauze no menciona. "¿Por qué? Pues obviamente matizaría un poquito una historia que se quiere unívoca".
Latercera.com (6.Nov.09)